El encuentro de dos miradas fue el principio.
La gota de sudor se precipita suavemente por la espalda anunciando un nacimiento.
El nervioso gesto de mover la silla cinco centímetros ocultando el deseo de acercar los labios.
Las palabras siempre torpes saltando boca en boca inseguras de acomodarse.
Una mirada encuentra otra mirada y la Génesis suma un nuevo testamento.
Agachar la mirada sonrojados como hizo Adán ante los ojos desnudos de Eva.
La duda suicidándose ante el momento mas cierto de todos.
El instante preciso que el estomago es un nudo y las bocas se prestan a coincidir.
Todas las especulaciones pretéritas volviéndose obsoletas con la certeza de una mirada.
Todo sera después, simple consecuencia de ese primer encuentro mudo.
Todo sera a su vez, eterno retorno a esa mirada.
El poliglota mensaje de las miradas,
exentas siempre de posteriores explicaciones cobardes.
exentas siempre de posteriores explicaciones cobardes.
El primer beso no entiende de labios, lenguas ni de bocas.
El primer beso no tiene nombre, ni significante.
El encuentro no necesita boca ni sexo.
Una mirada encuentra otra mirada
y el universo tiene un nuevo Big Bang.
y el universo tiene un nuevo Big Bang.