lunes, 26 de octubre de 2020

Parecido no es lo mismo


Me enojaba tu obstinado silencio,

tu distancia preventiva

cada vez que decía que te necesitaba.


Había algo en mí que desesperaba 

cuando sonreías tímidamente, 

o pronunciabas cualquier otra palabra

excepto: yo también. 


Una de las últimas veces que nos vimos

-antes que te cansaras de mis repeticiones-

dijiste que había una sutil diferencia

entre necesitar y echar de menos. 


No sé dónde andarás ahora,

pero me gustaría decirte 

que me llevo tiempo entender

que el amor es una potencia y no una falta, 

que agoniza cuando nace de la necesidad 

y se multiplica cuando lo habita el deseo.