Ante los imperios cotidianos,
ante los manuales de instrucciones,
ante las farmacéuticas de la felicidad
vengo a compartir aquí mi derecho a réplica.
Cansado de fingir en la oficina,
y de maquillar de solemnidad mi rostro,
vengo a proponer ahora mi deseo de la risa sin motivo,
del llanto porque sí,
de la morosidad de razones,
de la equivocación perpetua.
Contra los dictadores de la moral y las buenas costumbres
manifiesto mis ganas de las manos en los bolsillos,
de extrañar más allá de los domingos,
de tropezar mil veces con la misma piedra,
de sonreír en los velorios.
En la era del goce constante,
y la fiesta permanente,
reivindico mi afición a la duda,
a decir que no,
a que duela lo que duela,
a que duela lo que duela,
a la mudanza de ideas,
a sentirme incapaz.
Frente a los sepultureros de emociones,
y los traficantes de pastillas,
sostengo la bandera de la tristeza honesta,
de la carcajada impuntual,
del beso en los hospitales,
de los celos en los bares,
del abrazo a los desconocidos,
a perder el equilibrio.
A los mercenarios de la salud,
y los medidores de existencias,
propongo el derecho a los dientes torcidos,
a la panza polimorfa,
al miedo a las agujas,
a la aversión a las dietas,
al vino con soda
y al té con miel.
Ante los alguaciles de la producción
y titiriteros del orden,
defiendo el ejercicio del ocio,
defiendo el ejercicio del ocio,
la compulsión a los libros,
la siesta sin relojes,
los días llenos de bostezos,
a llegar siempre tarde.
Y a quienes comercian angustias,
e imponen felicidad,
les impongo el derecho a la frustración,
a la hipocondría de certezas,
a la hipocondría de certezas,
a la ignorancia emocional,
a enamorarse con muletas,
a vivir una profunda,
nómade
nómade
e incompleta existencia.
Emedeerre.
"En la era del goce constante,
ResponderEliminary la fiesta permanente,
reivindico mi afición a la duda,
a decir que no,
a que duela lo que duela,
a la mudanza de ideas,
a sentirme incapaz."
Estos versos serán mi nueva bandera, gracias
Quien sea que seas, y de donde sea que seas, gracias por demorarte en mis letras. Abrazo
EliminarGrande Mato! una verdadera oda para cantarle cual juglares a los bufarras de siempre!
ResponderEliminarAl leerte siento menos soledad en este mar de sentimientos nuevos, conmovedores, profundos... que me habitan. Gracias!
ResponderEliminarQue belleza de poema! Gracias por esta maravilla, tan vigente tantos años después
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