Al Imo
Así es el tipo, pura pulsión.
Como si algo dentro suyo no pudiera dejar empujar.
Como si demasiada energía buscara
las mil formas de expresarse.
Y el tipo va, empuja,
no se detiene,
aunque se lastime no se detiene.
no se detiene,
aunque se lastime no se detiene.
Y el tipo va siendo un niño hombre,
con su adultez precipitada,
casi sin entender en que momento
le sacaron la pelota de los pies
y le pusieron unos ladrillos en las manos.
Pero el tipo no dramatiza,
no reniega de su historia,
ni de sus contradicciones,
el tipo sigue empujando,
sigue riéndose de sí mismo con la misma facilidad
que abraza a sus amigos,
aunque esa pulsión insoportable,
le llene de preguntas el alma,
y le vuelva el cuerpo un nudo de miedos.
Sí, el tipo va,
con su generosidad impulsiva,
con su mochila nómade,
avanzando y retrocediendo,
sintiéndose extranjero en todos lados
menos en la tierra de su infancia,
llenando el vaso de whisky y hielo,
durmiéndose a pastillas,
para silenciar tanto grito interno.
Pero el tipo va,
siempre va,
multiplicando su alegría,
dejando su huella en los otros,
pechando vidas ajenas,
postergando muchas veces la suya,
ocultando dudas,
el tipo va.
El tipo va,
y su fuerza ha sido muchas veces la mía,
resolviendo con simpleza
mis estúpidas elucubraciones,
llenando mi vaso con su whisky,
abrazándome siempre a tiempo,
riéndonos borrachos de una vida que nunca comprenderemos.
El tipo va,
el tipo empuja,
y yo agradezco profundamente
saberme empujado por el tipo,
saberlo hermano mío,
saberlo a la distancia
yendo siempre conmigo.
con su generosidad impulsiva,
con su mochila nómade,
avanzando y retrocediendo,
sintiéndose extranjero en todos lados
menos en la tierra de su infancia,
llenando el vaso de whisky y hielo,
durmiéndose a pastillas,
para silenciar tanto grito interno.
Pero el tipo va,
siempre va,
multiplicando su alegría,
dejando su huella en los otros,
pechando vidas ajenas,
postergando muchas veces la suya,
ocultando dudas,
el tipo va.
El tipo va,
y su fuerza ha sido muchas veces la mía,
resolviendo con simpleza
mis estúpidas elucubraciones,
llenando mi vaso con su whisky,
abrazándome siempre a tiempo,
riéndonos borrachos de una vida que nunca comprenderemos.
El tipo va,
el tipo empuja,
y yo agradezco profundamente
saberme empujado por el tipo,
saberlo hermano mío,
saberlo a la distancia
yendo siempre conmigo.
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