viernes, 22 de enero de 2016

Milanesas

A Mamá
Yo sé que no puedo manifestar
deseo sin que intentes satisfacerlo,
y que siempre estas ahí pendiente,
incluso cuando aparentas no hacerlo.

Yo sé que te pido milanesas
y al otro día las tengo,
o digo al pasar como me gustan
tus berenjenas, y al rato nomas,
tengo un frasco lleno.

Sé de tu ejercicio permanente 
de llenar agujeros,
de zurcir con hilo y aguja
tus dolores para que no se noten,
y de tu mirada llena de indicaciones
cuando la comida es poca
y la visita es mucha.

Y sé que quizás cada vez que me voy,
mientras yo me despido de los amigos,
me armas el bolso a escondidas,
dejando tu tristeza afuera para que nada
demore mi vuelo.

Y también sé,
que cuando haces así con la mano desde la reja,
sonriendo como si mi partida no importara,
por dentro estas llena de temores,
de esos miedos bien maternos.

Por eso, cada vez que me voy de casa,
y dejo atrás el pueblo, 
con esta necesidad nómade de 
seguir buscando eso que no sé que quiero
(y que a vos te gustaría encontrar para mi,
si supieras que es lo que quiero),
yo me voy lleno.

Y me llevo milanesas,
y me llevo berenjenas,
y me llevo un nudo en el pecho
por cada uno de tus gestos,
por tu amor que tanto da en silencio, 
y me llevo,
sobre todo me llevo,
tu forma de regalarme
libertad todo el tiempo.



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