Hoy amanecí triste, sabes.
Pero es una tristeza rara,
una tristeza nueva,
una tristeza extranjera.
Y me siento a buscar su génesis,
a ponerle palabra a esta nudo antiguo
que hoy tiene otra forma, y
quizás alcanzo a comprender.
Porque de todas las tristezas
que he explorado, nunca
en todos estos años había
conocido la tristeza política.
Déjenme ser más claro,
no es que sea tan joven pero
es la primera vez que
mi deseo es no correspondido,
porque para ser más exacto
era la primera vez que tenia
un deseo político.
Y absténganse los psicoanalistas
y los amigos militantes,
de acusarme con el dedo.
Porque les guste o no les guste,
lo político se ha hecho carne
y palabra en muchos de nosotros,
que hemos crecido creyendo
que la política estaba siempre en otra parte.
Entonces veo a mi sobrina
preocupada por la masacre en Siria,
y veo a la juventud levantando sus banderas,
y veo a mucho de nosotros defendiendo derechos
conquistados,
y veo también a muchos de nosotros,
pidiendo un cambio
y veo a muchos de nosotros eligiendo el blanco.
Y digo nosotros, porque no creo
en eso de que los malos sean los otros,
siempre pero siempre se trata de nosotros,
y aunque me aterren los globos sin sentido
aunque me de miedo el amarillo
vació de contenido,
y sienta que hablan de democracia
con el odio en los bolsillos,
no te diré facho, gorila, ni cipayo.
No usare ningún adjetivo que
te encierre ni te excluya de tomar un mate conmigo,
pues sinceramente creo que el enemigo
sigue siendo el capitalismo.
Pero si defenderé el derecho a esta tristeza,
esta paradójica tristeza que enuncia una alegría,
la del deseo no correspondido,
la de por primera vez
sentir el desamor político.
Y esa metamorfosis como pueblo
esgrime otro sentido,
pues no podrán ya privatizar la esperanza,
no podrán ponerle rejas a la poesía
ni podrán exportar la militancia.
Esto no es el fin de nada.
Quizás sea apenas el reinició
de un recorrido,
ese que hace varios años
las botas quisieron ver extinguido.
Nos han devuelto a muchos
el amor a lo político,
ese fue el cambio con contenido,
y el más amoroso de los caminos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario