Si debe ser esa cosita que siento en la panza.
Que mariposas ni
ocho cuartos, a lo sumo es un murciélago.
Cansado ya de
tanta racional explicación,
de tanta frase de
Narosky,
abro grande la
boca frente al espejo
para ver si puedo
verme las entrañas.
Pero no hay caso
che, solo un poco de la lengua
y ese agujero por
donde pasa la comida.
Capaz que con
esos instrumentos raros que tienen los doctores,
alguna pincita que
vaya desde mi boca hasta mi estómago y
me permita sacar
una muestra y mostrársela a los muchachos.
Pero ellos no me
creen, que no puede ser tan rápido,
y me tengo que aguantar sus gastadas, entonces cambio de
tema,
del precio del dólar, del gol de Messi, del ultimo disco
del flaco.
Pero yo les juro
que lo siento ahí, donde empieza la panza
es como un hormiguero, un panal de abejas, un estornudo para adentro.
Ya probé con
unos yuyos, pastillas de carbón y gotitas de Buscapina
pero no se me
pasa.
Así que ya
estoy resignado,
desde que Laura me sonrió siento
esos bichos ahí adentro.
Yo no sé qué será el amor viejo,
no alcanzo a verme para dentro,
pero calculo que si,
deben ser esos murciélagos mordiéndome la panza.
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