jueves, 4 de julio de 2013

Obstinación (segunda parte).

"Si la vida es una orgía lenta,
lo mejor debe estar por llegar"
Kevin Johansen. 

Probablemente pueda asustar un poco este anacronismo,
esta seguridad potencial.
Es que tengo la certeza de que todo ya sucedió de algún modo, ciruela.

Quiero decir, que aún no te haya mordido el labio,
que no te haya escuchado cantar bajo la ducha,
o que ni siquiera te hayas paseado semi denuda por mi cuarto,
es por única y exclusiva culpa del futuro perezoso,
de su dilación temporal

Pero debes saber que ya sucedió de todos modos, 
que aunque el futuro demore su llegada,
aunque el tiempo se obstine en postergar lo inevitable,
nosotros ya existimos, ciruela.

¿Es que no sientes ya que estamos leyendo el mismo cuento en la cama?
¿Acaso de verdad no ves cómo me sonrío cuando amaneces con 
el pelo hecho un caos?
¿Puede negar alguien que ya estamos caminando juntos de la mano,
mirando aburridas vidrieras, 
cómplices del absurdo de habernos querido desde hace tanto tiempo?

Y te pido disculpas si esto te asusta un poco,
pero me sobran pruebas de que esto sucederá de algún modo,
tengo fundamentos concretos para anunciarlo,
tengo tu gesto sonrojado cuando me miras de coartada,
tienes mi estómago hecho un nudo cuando me sonríes de testigo. 

Porque sabes tanto como yo, 
con ese tipo de certeza que es piel de gallina,
con una seguridad que quiebra la razón
y es pura, maciza y obstinada esperanza, 
que no podremos evitarlo, ciruela, 
que ni siquiera el máximo esfuerzo voluntario
podrá impedir el encuentro de mis manos con tu espalda,
de tus pelos con mis sabanas,
de todo tu vos, del todo conmigo,
porque todo esto ya ha sucedido,
solo que aún no lo hemos vivido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario