lunes, 30 de marzo de 2020

cirugía ética

¿Es un virus que afecta particularmente a la vejez
o es la vejez particularmente un virus?

Cierta espantosa tranquilidad
parece alcanzarnos cuando
susurramos que son ellos, 
los viejos,
Los que están en peligro.

Y esa forma de nombrarlos,
ese sucia impertubabilidad con
la que los señalamos,
me resulta
-irremediablemente-
muy similar a otras formas
de nombrar lo indeseable:

Los extranjeros,
Los discapacitados,
Los locos,
Los pobres.,
los viejos. 
Maneras que encuentra la normalidad
Para expulsar fuera de sí todo lo que no soporta, 
todo lo que no entiende.

Será que la maquinaria al servicio
de cuerpos útiles,
Esa que insiste en confundir 
salud con belleza,
y juventud con eficacia, 
esa que nos bombardea sistemáticamente 
con cremas anti age,
pastillas rejuvenecedoras
cirugías estéticas,
y plásticas del yo,
Encuentra
-bajo está pandemia-
la coartada perfecta para
decirnos de una vez y sin tapujos
que la vejez es un destino social
que debemos evitar a toda costa.

Quiero decir,
y si en lugar de nombrarlos 
como quien nombra una peste,
hacemos el ejercicio de alojar
sus resquebrajaduras,
de acariciar sus marcas.
Si nos detenemos a 
contemplar admirados 
su mapa de arrugas
y a mirar nuestra vida 
en en las huellas de sus ojos.

¿Hay acaso cirugía ética posible?

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