jueves, 25 de abril de 2013

Tostadas

"Para cambiar este mundo todos tendrían
que besarte lento, ahora y ya" 
Todos con vosBer Chese

A veces te miro en la cama y me invade una culpa inmensa.
Te miro y pienso que no está bien tenerte sola para mí,
que esta calma nuestra debería pertenecerle al mundo.

Quiero decir, si fueras del mundo, 
si este egoísmo crónico me permitiera compartirte,
si esta belleza pudiera socializarse,
tu espalda seria el mapa de regreso
para aquellos que perdieron la razón.

Si todos pudieran conocer tus labios,
ahogarse en tu saliva,
morirían las falsas explicaciones,
 los gritos insolentes,
la violencia de los discursos.

Tengo la profunda certeza de que los días dolerían menos, 
mucho menos,
si fueran cuidado por tus manos,
si fueran mirado por tus ojos.

No sé por qué insistís en estar conmigo,
en dormir en mi cama,
en regalarme tu universo. 
Y ese cotidiano gesto me parece oneroso,
demasiado premio para estas viejas manos,
entonces un pequeño sentido altruista insiste
en abandonarte,
en pensarte como medicina para el dolor del mundo,
para que otros puedan ser sanados,
para que a otros le tiemblen las piernas,
para que otros te vean dormir abrazada a la almohada,
para que otros tengan esta paz.

Pero entonces abrís los ojos,
despertándote de a poco,
y me bostezas sonriendo,
mientras me acaricias el pelo.
Entonces me olvido del dolor del mundo,
desaparece toda culpa,
ignoro el altruismo,
y te preparo unas tostadas 
con manteca y miel. 


Matias de Rioja.



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