No quiero que tu enojo
perdure.
No
quiero tus broncas no perecederas.
No
quiero sangre en la herida.
Para
eso prefiero el olvido.
Si
va ser así,
se morirán las
carcajadas
se extinguirá lo
lúdico
se aburrirán los
recuerdos.
No
quiero reproches con amnesia
Dolores anacrónicos
El ceño fruncido.
Para eso prefiero el olvido.
No
quiero una memoria
gritando
Un
drama innecesario
Tu
sonrisa opaca
Tu
abrazo esquivo
Para
eso prefiero el olvido.
En
la sumatoria de las pasiones
me queda saldo a favor
Por eso prefiero
El descanso de los fantasmas
Las lágrimas del sexo.
La paz de tu mirada.
La complicidad de un gato
El amor que supo ser sano.
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