viernes, 18 de enero de 2013


No quiero que tu enojo perdure.
No quiero tus broncas no perecederas.
No quiero sangre en la herida. 
Para eso prefiero el olvido.

Si va ser así,
se morirán las carcajadas
se extinguirá lo lúdico
se aburrirán los recuerdos.

No quiero reproches con amnesia
Dolores anacrónicos
El ceño fruncido.
Para eso prefiero el olvido.

No quiero una memoria 
gritando
Un drama innecesario
Tu sonrisa opaca
Tu abrazo esquivo
Para eso prefiero el olvido. 


En la sumatoria de las pasiones
me queda saldo a favor


Por eso prefiero
El descanso de los fantasmas
Las lágrimas del sexo. 
La paz de tu mirada.
La complicidad de un gato
El amor que supo ser sano. 


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